La utilización del gas-soil contaminado, produce depósitos de carbón en los motores diesel. Estos depósitos se acumulan rápidamente en algunos componentes críticos del motor, como son los inyectores. Este carbón acumulado los obstruirá, con lo cual se esta afectando el normal funcionamiento del motor.

Con esto podemos ver la importancia que tiene el combustible dentro del sistema de inyección y las consecuencias que esto puede tener sobre los componentes más sensibles del motor diesel.

Las pruebas han mostrado que la acumulación de partículas y barnices dentro del inyector, de solo 5 micrones pueden reducir el caudal de combustible hasta en un 25%. Cualquier partícula dentro del inyector puede afectar el flujo del combustible, además de afectar la atomización, causando una mala combustión que causa a su vez emisiones de escape no deseadas y muy perjudiciales, excesivo consumo de combustible y bajo rendimiento del motor.

Cuando vemos estas consecuencias, podemos concluir con la más costosa, que es la poca fiabilidad del equipo y los costos que originan los frecuentes fallos, los cuales son costos muchas veces que no tienen una medición económica sino de carácter estratégico para cualquier empresa.

A continuación parte de nuestros equipos trabajando en ambos depósitos soterrados y en la superficie.